A partir de los años 80, el campo de la televisión sufrió en España una importante reorganización, iniciada con la puesta en vigor del Estatuto de Radiotelevisión en 1980, que unificó la radio y televisión públicas bajo el control del Congreso de los Diputados, y continuó con la aparición de canales autonómicos de televisión desde 1983 y televisiones privadas. En el mismo año de la promulgación de la ley de Canales Autonómicos 1983) se crearon TV3 en Cataluña, Euskal Telebista en el País Vasco y TVG en Galicia, y posteriormente Telemadrid para la Comunidad de Madrid, Canal 9 para la valenciana y Canal Sur en Andalucía. La oferta televisiva se amplió aún más con la creación de canales privados. La ley de Ordenación de las Telecomunicaciones (LOT) de 1987, la ley de Televisión Privada y el Plan Técnico Nacional de la Televisión Privada, ambos de 1988, diseñaron el nuevo modelo audiovisual español: Radiotelevisión Española, con dos cadenas de cobertura nacional y sus correspondientes programas nacionales; 6 televisiones autonómicas y 3 canales de televisión privada. El Consejo de Ministros de 25 de agosto de 1989 concedió estos 3 canales privados a Antena 3 de Televisión, Tele 5 y Canal Plus, este último con la mayor parte de su emisión codificada. Cada una de las empresas que participaron en dichos proyectos cumplían los requisitos marcados por la ley de Televisión Privada en cuanto a participación máxima de capital (25%) y fuertes inversiones iniciales. Paralelamente a este proceso, se implantaba en España la recepción de emisiones internacionales vía satélite, mediante antenas parabólicas.